MARIO VARGAS LLOSA
O sea que tú piensas que la literatura es una actividad que, desde el punto de vista social, es eminentemente subversiva. Ahora sería interesante que tú nos dijeras si crees que ese poder subversivo de la literatura, esa inconformidad que expande la literatura en el ámbito social puede ser de alguna manera prevista o calculada por el escritor; es decir, si el escritor, en el momento de concebir un cuento o una novela, de alguna manera puede prever las consecuencias sediciosas, subversivas que tendrá su libro cuando llegue a los lectores.
GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ
Yo creo que si esto es previsto, que si es deliberada la fuerza, la función subversiva del libro que se está escribiendo, desde ese momento ya el libro es malo. Pero antes quiero establecer esto: cuando aquí decimos escritor, cuando decimos literatura, nos estamos refiriendo a novelista y novela porque de otro modo podría prestarse a malas interpretaciones; en realidad, estoy hablando de novelista y de novela. Creo que el escritor está siempre en conflicto con la sociedad; más aún, tengo la impresión de que se escribe como una forma de resolver ese conflicto personal del escritor con su medio. Cuando yo me siento a escribir un libro es porque me interesa contar una buena historia. Una historia que me guste. Lo que sucede es que yo también tengo una formación ideológica; creo que el escritor, todo escritor sincero en el momento de contar su historia, ya sea la de Caperucita Roja o una historia de guerrilleros, para poner los dos extremos; si el escritor, repito, tiene una posición ideológica firme, esta posición ideológica se verá en su historia, es decir, va a alimentar su historia y es a partir de este momento que esa historia puede tener esa fuerza subversiva de que hablo. No creo que sea deliberada, pero sí que es inevitable.
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